23 de marzo de 2010

Panes, cintas y cordones.

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En la anterior entrada sobre panes tradicionales de Aragón, me llamó poderosamente la atención el llamado "pan de cinta", por su forma primitiva y sugestiva, evocadora de una silueta fetal en la que la cinta representa su cordón umbilical que le abraza transversalmente. José Carlos Capel y otros autores clasifican este pan como polimorfo de alegoría a la fecundidad y a la vida. Como por el momento no podía pensar en desplazarme hasta Zaragoza para hacerme con algunas muestras de pan aragonés, seguí buscando documentación gráfica al respecto, con muy poco éxito. A partir de algunas pocas imágenes, todas de pésima calidad, pude observar que a ambos lados de la cinta o cordón de masa que cruza la superficie superior se formaba una clara greña en su mismo sentido, lo cual me llamó la atención ya que, hasta dónde yo se, no se practica ninguna marca por corte en este tipo de pan.

De forma paralela, curioseando información sobre algunos panes tradicionales franceses, descubrí el pan llamado "Pan Cordón de Borgoña", un pan de trigo con centeno de forma alargada y atravesado longitudinalmente por un cordón de masa centrado en una hermosa greña que divide el pan en dos claras mitades. De nuevo el mismo fenómeno, aunque esta vez longitudinal en vez de transversal.
Esta vez, por fortuna aunque lamentando no tener la misma suerte con el pan aragonés, ahora disponía de bastante información sobre este bonito pan.

Origen y simbología del Pan Cordón de Borgoña.

Región de la Borgoña. Fuente mapa base: Wikipedia

Según cita Mouette Barboff en su magnífico libro "Pains d'hier et d'aujourd'hui" (ver bibliografía), los orígenes de este pan se remontan al principio del siglo XIII en Vézelay, enclave cristiano importantísimo situado en el Camino de Santiago francés y del que partieron las 2ª y 3ª cruzadas. Por estos lares y en aquellos tiempos, un número muy elevado de órdenes monásticas imponían sus reglas y leyes; entre ellas la orden franciscana a través de sus "Frères Cordeliers", llamados así porque utilizaban una simple cuerda para atar sus hábitos, en señal de pobreza.
En un principio, estos monjes utilizaban la cuerda o cordón de sus hábitos para marcar el pan; hacían reposar la masa apoyada longitudinalmente sobre el cordón, lográndose así la larga greña que partía el pan, sin mediación de corte o hendido (fendu) propiamente dicho. El cordón de pobreza y la partición del pan, dos símbolos de espiritualidad que marcan la personalidad de este pan. El uso del cordón textil dió paso posteriormente a un cordón formado por la misma masa de pan.

Experimentación con cintas y cordones.

Siendo lo del greñado a partir de un corte o del hendido de la masa, mediante la presión de un palo redondo a lo largo del pastón de masa, materia más o menos superada, se hacía apremiante el experimentar este nuevo sistema, con lo que podía matar dos ( o tres) pájaros del mismo tiro: poner un ejemplo práctico de pan tradicional aragonés, probar un nuevo (para mí al menos) tipo de marcado para enriquecer el capítulo correspondiente en los apuntes y, porque no, dar a conocer un pan tradicional francés; tienes razón, Gusete, nos guste más o menos, los franceses nos llevan en esto de la recuperación de panes antiguos mucha ventaja... de momento ;-) y si no, solo hay que ver las magníficas entradas de Carmen en Madrid Tiene Miga.

Manos a la obra: utilizaré para la prueba una masa similar a la auténtica del Pan Cordón, pero algo diferente: es una masa que he ido adaptando y utilizo mucho como pan de diario y a la que defino como pan de miga de cordero y corteza de lobo. ¿Que porqué esta cursilada de nombre? pues por eso, porque tras una corteza recia, oscura, crujiente y mate se esconde una miga cremosa, muy blandita y esponjosa; y con un aroma...

Mezcla de harinas: 60% de harina de fuerza (W 300), 25% harina blanca de trigo tipo Rincón del Segura o Fariña Galega y un 15% de harina blanca de centeno (en mi caso, Fariña Centea Galega 72% extracción) para dar aroma.
Batir levadura fresca de panadero (1% sobre harinas), prefermento 100% hidratado (15-20% s.h.), agua a temperatura ambiente (35% s.h.) y leche (35% s.h.) hasta formación de abundante espuma; añadir aproximadamente un 20% de la mezcla de harinas hasta formar una papilla muy aireada.
Añadir el resto de harinas y la sal (2% s.h.), amasar a mano o con amasadora hasta lograr una masa lisa y satinada que pase con éxito la prueba de la membrana.
Reposar la masa hasta doblar (o casi triplicar) de volumen. Bolear y dejar en reposo unos 10 minutos para que se relaje la masa.

Ahora viene lo interesante: la formación de la cinta o cordón:

- En el caso del Pan de Cinta, el cordón de masa se hace una vez formado el pan, en forma de recio torpedo con un extremo más grande que el otro; damos un pellizco en la base de la masa y sin separarlo de ella lo retorcemos hasta conseguir un cordón de longitud suficiente para cruzar transversalmente el grosor de la barra, como puede verse en la siguiente foto:


Una vez formado, antes de la fermentación en banetón, tendremos el siguiente aspecto:


Nótese que la cinta no presiona la masa porque no queremos que "estrangule" la barra y falsee el efecto de greñado. Fermentamos en banetón aproximadamente la mitad del tiempo utilizado para el reposo en bloque, o algo menos y pasamos al horno. Una vez horneado 15 minutos a 240ºC con vapor y 30 minutos a 210ºC, nuestro pan de cinta tendrá el siguiente aspecto:


El efecto del greñado no es tan espectacular con cuando el cordón se sitúa en sentido longitudinal.

- Pasemos ahora al Pan Cordón de Borgoña: en este caso, tomaremos una pequeña porción de la masa con la cual haremos un par de cordones que a continuación trenzaremos y depositaremos en el fondo del banetón enharinado. El cordón puede ser simple, doble o triple, a gusto del consumidor:


Una vez enharinado ligeramente el cordón, depositamos encima la masa formada en forma de torpedo, cortando el sobrante de las puntas del cordón. Dejamos fermentar como en el caso anterior; antes de pasar al horno, nuestro pan tiene el siguiente aspecto:


Una vez horneado, el aspecto de la greña es el reflejado en la foto siguiente. A veces, el cordón no queda centrado en la greña, aunque no por ello deja de tener su encanto; es cuestión de practicar.



El porqué de la cosa.

En la información relativa al Pan Cordón de Borgoña, no se da explicación de tipo técnico a este tipo de marcado, es más, se reviste de cierta áurea de misterio el hecho de que el pan se abra sin que haya mediado corte o hendido en su formado.
Puestos a elucubrar sobre el tema, creo que este hecho refuerza lo que siempre hemos leído en cuanto a la necesidad de crear tensión en la superficie de la masa durante el formado y sobre la fragilidad de la misma después de la fermentación; también confirma lo que algunos autores comentan acerca del marcado, que no necesita ser profundo para producir un buen greñado.
El cordón provoca una presión sobre la superficie de la masa, con la que ni siquiera está en contacto directo puesto que  ambas superficies están enharinadas. Dicha presión es suficiente como para crear un punto débil que altera la tensión superficial y provoca su ruptura en la cocción, acabando en una hermosa greña, sobre todo cuando esa línea de fuerza originada por el cordón es paralela al eje de enrollado de la masa (longitudinal); ello justificaría el menor efecto en el sentido contrario (transversal), como en el Pan de Cinta.

En la siguiente foto tenemos una rebanada del Pan Cordón, en la que podemos apreciar la homogeneidad de la miga por debajo de la greña:


Para puristas y/o interesados, la receta del auténtico Pan de Cordón de Borgoña es la siguiente:

Harina de trigo tipo T55 con un 10 a 20% de centeno tipo T130
1-1,2% levadura fresca de panadero
2-2,5% de sal
65% de agua

El proceso de panificación es prácticamente idéntico al descrito para la prueba.

Ahora veamos un video de los 10 primeros minutos de horneado del Pan Cordón, comprimidos 8 veces en el tiempo para poder apreciar facilmente cómo se abre la greña:


Y puestos a experimentar, probemos con un anillo de masa sobre una hogaza; veamos el correspondiente vídeo acelerado de los primeros minutos en el horno:


Este es el aspecto final en el que podemos ver claramente como el anillo de masa ha greñado la superficie superior de la hogaza:


Es dificil controlar un levantamiento uniforme; el grosor del cordón de masa, la presión que ejerce sobre la masa de la hogaza y las posibles irregularidades en la masa, como en este caso concreto por contener trozos de olivas y albahaca, hacen que greñe, digamos... con personalidad.

¡Que disfruteis experimentando!

18 de febrero de 2010

Panes tradicionales de Aragón (1)


Hace ya algún tiempo que voy recogiendo información sobre el origen y tipología de los panes tradicionales de esta región, por lo que no quería demorar más su publicación; dejaré para una segunda parte la divulgación de aspectos más prácticos referentes a su elaboración, para lo cual necesitaré más información (y algún que otro desplazamiento...). Veamos por tanto un avance que nos ayude a situar en nuestro mapa un conjunto de panes que destaca sobre todo por su gran diversidad, raices históricas y gran calidad.
Decir también que una gran parte de la información recopilada ha sido extraída del magnífico trabajo de Rafael Montal Montesa, por desgracia fallecido en 2005 en accidente de tráfico, "El Pan y su Influencia en Aragón". He de advertir que dicho libro está actualmente agotado, aunque la Institución Fernando el Católico (Diputación Provincial de Zaragoza) tiene previsto próximamente digitalizar la obra y darle acceso libre a través de este enlace.  Quisiera agradecer desde aquí la autorización de la Secretaría Académica del IFC para la reproducción de las ilustraciones a plumilla de Fernando Martín que acompañan la obra, impagable fuente de información gráfica sobre formas de panes muy difíciles de ver en la actualidad, sino desaparecidos.


Aragón


La situación estratégica de la zona de Aragón en la Península Ibérica fué apreciada por todas las civilizaciones, considerándola nudo de comunicaciones de primera magnitud y lugar idóneo para grandes proyectos. Fruto de esta predisposición, las culturas establecidas promovieron, entre otras iniciativas, un fuerte desarrollo de los planes de riego y, en consecuencia, grandes extensiones de cultivo de cereales. Ya en tiempo de los romanos, en la zona solo se utilizaban trigos de la mejor calidad, por lo que sus panes pronto adquirieron fama equiparable a los producidos en Andalucía. En el siglo XVIII se soñó con hacer navegable el río Ebro para dar salida hacia el Mediterráneo de las excelentes cosechas de trigo. A finales del mismo siglo, un estudio de José-Francisco Forniés incidía en el interés por conseguir mejores variedades y un pan de mayor calidad y más barato. Todo Aragón, y Zaragoza en particular, gozó de una gran tradición harinera. La climatología especialmente variable de la zona, con fríos intensos en invierno y calores rigurosos en verano, indujo a los maestros panaderos a producir una gran variedad de panes, desde las migas prietas y bregadas hasta las huecas y esponjosas.

Como tal nudo de comunicaciones, podemos apreciar en el conjunto de la tipología de panes típicos de Aragón la influencia de las áreas geográficas vecinas, como veremos más adelante, principalmente de Cataluña, Castilla y Levante y, en menor medida, Navarra.

Clasificación de los panes de Aragón.

Podemos clasificar los panes tradicionales de Aragón en 6 conjuntos que recogen en su seno la gran mayoría de ellos:

- Panes de miga esponjosa, de corteza crujiente y mate; son panes influenciados desde Cataluña por el arquetipo pan de payés, extendido por toda la geografía española. En este grupo podemos incluir la Barra pintada de Teruel , la Francesilla de Jaca, Ayerbe y La Almunia de Doña Godina, el Pan de Cinta de Zaragoza, el Pan de Estrella del Maestrazgo Turolense, el Pan Cabezón de Sos del Rey Católico y Berdún (compartido con Navarra y País Vasco), el Chusco de Híjar, Valderrobres y Tarazona, el Pan Tercero de Cariñena, equivalente al Pan de Calamocha, así como el Churro de Calatayud y Tarazona.

- Panes bregados o sobados, de miga blanca y densa, con corteza lisa y dorada; la influencia en este caso viene de Castilla. En este apartado podríamos encuadrar las Trenzas de Zuera y Valderrobres y el Bisalto o Bisarto de Calatayud. En el caso de las trenzas, hay que resaltar que su origen en cuanto a la forma viene también influenciado por la larga convivencia de cristianos y judíos en las provincias de Zaragoza y Teruel.

- Los panes con aceite, también de influencia castellana, que podemos subdividir en tortas y cañadas, estas últimas genuinamente aragonesas; tenemos por tanto las Tortas de aceite de Alcubierre y Teruel, la Torta de cañamones de Monreal del Campo, la Torta de nueces de Trasobares y Vera de Moncayo, la Torta de roscón de Híjar, la Coca escalfat de Calaceite, los Cocs de Valderrobres, el Regañao de Teruel y las cañadas, que según su origen se denominan Cañada en Alcañiz, Peñaflor, Almonacid de la Cuba, Biel y Alcubierre, Guitarra en Cariñena, Fogaza en Erla, Dobleros en Ejea, Raspao en Híjar, Sequillo en Mora de Rubielos, Bolla en Calatayud y Bollo en Calamocha.

- Panes abizcochados, de masa dulzona, considerados como torta o roscón de Pascua; incluimos aquí el Pan o Torta de San Jorge de Híjar, también llamado Culeca con caña y similar a la Torta de Ambel, así como el Pan quemado de Teruel, de clara influencia valenciana.

- Panes figurativos, sin duda los más antiguos, con mayor carga simbólica y carácter ritual; adquieren forma de gallo en Híjar, de toro, de lagarto en las roscas de Pascua de Valdetorno y Calaceite, así como aspecto fálico o cuerniforme como el Pan de moños de Huesca. También podemos encuadrar en este apartado los hornazos dulces o salados de Alcañiz. Los hornazos (antiguamente "fornazos"), equivalente de las monas del Levante, representaban en el pasado el agasajo de los vecinos al predicador que les acompañaba durante la Cuaresma o el Domingo de Pascua; de modo análogo, "mona" deriva del "munna" árabe que señalaba el presente que recibían los sultanes con motivo de la celebración de la Pascua de Aid-el Seguer, concluido el Ramadán.

- Panes tipo Viena, de gran tradición y consumo y también llamados pan de manteca, son típicos sobre todo de Calatayud, aunque su elaboración está muy extendida por todo Aragón.

 

Descripción de algunos de los panes más significativos.

- Pan de Cinta: Pan rústico típico de Zaragoza capital, de miga esponjosa, hueca y tono ligeramente oscuro, con la corteza mate, crujiente, tostada y espolvoreada de harina; seguramente es el pan de mayor renombre fuera de Aragón, por lo que también se le conoce como Pan de Aragón.

 
Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

Su forma es alargada, con extremos redondeados (uno mayor que el otro) y de altura considerable, siendo su rasgo más distintivo un cordon de masa que lo abraza transversalmente; en cuanto a forma, se le encuadra como pan polimorfo de clara alegoría a la vida, ya que recuerda un feto humano rodeado por su cordon umbilical.

- Pan Estrella, también llamado Pan de Pintadera, Pan de Pinta, Pintera, Bolla, Molde o Estrellao; estos nombres provienen del molde o pintera del que las familias disponían para dar forma a sus panes y así poderlos diferenciar tras cocerlo en el horno comunitario. El molde podía ser de piedra, cerámica, madera o metálico y la calidad del diseño y las filigranas que contenían determinaban la "buena pinta" del pan resultante; de ahí la expresión "tener buena pinta"... Son típicos de la provincia de Teruel y han sido
distinguidos con la denominación de calidad C'alial.


Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

Su forma es como una hogaza pero más cónica; la miga es esponjosa y blanca, la corteza rugosa, mate y oscura.
En Alagón (Zaragoza), el Pan Estrella es de tamaño algo menor y se rellena de longaniza o chorizo; también es conocido como Pan de Jueves Lardero:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

- Pan de moños: es típico de la provincia de Huesca, siendo su característica principal la existencia de dos o tres protuberancias en forma de moño, dependiendo del lugar. José Carlos Capel no duda en calificar su forma de cuerniforme o fálica, también en función de dichas protuberancias. Aquí podemos apreciar el Pan de moños de Binéfar, de dos protuberancias:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

Y este sería el Pan de Moños de Ayerbe, de tres protuberancias:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

A pesar de su forma, se encuadra en la familia de hogazas, debido a las características de su miga, esponjosa y blanca, y de su corteza, de color algo más claro de lo habitual.

- Pan de San Jorge o Culeca con Caña: no confundir con otro Pan de San Jorge de más reciente creación en Zaragoza, en 1992, para celebrar la festividad del patrono de la Comunidad. Me quiero referir aquí a un pan abizcochado de creación mucho más remota, de forma triangular, profusamente decorado con atractivos trenzados y que lleva incrustado uno o dos huevos duros en su interior, así como un trozo de caña para sujetarlo. Muy parecida es la Torta de Ambel, con una forma que quiere asemejar, según unos, a una mujer embarazada con los brazos en jarra y, según otros, representa una alegoría del coito (al estilo del cachete y rosca de Laguardia, en La Rioja Alavesa, para la festividad de San Blas), siendo por tanto y también un símbolo de fertilidad. Lamento no disponer de ninguna imagen aceptable del Pan de San Jorge pero sí he encontrado una de la Torta de Ambel, para que cada uno haga la interpretación que mejor le satisfaga:
 

Su masa es dulce y la superficie se espolvorea con azúcar. Es costumbre regalar esta torta a los niños para la festividad de San Jorge, el 23 de abril.

- Cañadas: a diferencia de las tortas de aceite, de influencia castellana, las cañadas representan un pan intrínsicamente aragonés cuyo consumo se extiende por las tres provincias, aunque es en el Bajo Aragón donde podemos ver una mejor y más completa representación. Este tipo de pan también ha sido premiado con el distintivo de calidad C'alial. Su diseño varía según el lugar, pero más o menos se mantiene una estructura plana, rectangular u ovalada, con cantos redondeados. En su superficie podemos observar acanaladuras paralelas longitudinales, cortes romboides o incluso pellizcos.
La miga es hueca, elástica y ligeramente oleosa; la corteza suele ser crujiente y rugosa, a veces oscurecida por la adición de azúcar antes del horneado. Veamos algunos ejemplos ilustrativos de cada acabado:

Cañada de Peñaflor:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

Fogaza de Épila:
 
Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

Cañada de Tauste:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

Sequillo de Mora de Rubielos:


 
Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

- Pan de Viena: es de justicia mencionar este tipo de pan, por la particular vinculación de su historia con Aragón. Panaderos austríacos introdujeron en Madrid, a finales del siglo XIX, la elaboración artesanal de esta especialidad con la colaboración de un aragonés, Matías Lacasa, emparentado con los hermanos Baroja por su esposa. La producción se efectuaba en la antigua residencia de los capellanes de las Descalzas Reales, adquiriendo pronto tal popularidad que se le denominó "Viena Capellanes" y fué origen de una exitosa gran cadena de establecimientos. Al fallecer Matías Lacasa, los hermanos Baroja se implicaron en el negocio, de ahí las chanzas que tuvo que soportar resignado Pío Baroja por parte de sus amigos, que le llamaban jocosamente "panadero".
Adopta principalmente dos formas: la de panecillo alargado y la de bola, ambas en tamaño de ración o familiar. La miga es abizcochada, blanca y esponjosa debido a la leche y materias grasas con que se elabora. La corteza es clara con tono amarillento, lisa y brillante.

- Regañao: es una torta elíptica de pequeñas dimensiones y escaso grosor, de miga esponjosa y aceitada y corteza mate y oscura, recubierta de una fina capa de jamón y pimientos a la que, en ocasiones, se acompaña de sardinas; en este caso se llama bollo de sardina o pan de sardinas como el originario de Loarre, que puede verse en la siguiente ilustración:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal


Ritos y tradiciones en torno al pan.

Existen documentados multitud de ritos conocidos y practicados en todo Aragón, aunque la mayoría de ellos ya han caido en desuso; citaremos algunos.
- En Baraguas, durante la "amasada", a la levadura se le decía "masa, sube en la vacía, como Jesucristo subió en el vientre de María", seguido de una señal de la cruz sobre la mesa, y al introducir la masa en el horno "Santa Vallezca bendita, te crezca, te crezca, te facia bon pan".
- Al inaugurar un horno en Ansó, se cocían pequeños trozos de pan y se distribuía entre los vecinos para que en caso de maleficio se repartiera entre todos por igual (mal de muchos...).
- En Gistaín no podía cortarse el pan mientras cocía ya que a la mujer que se atreviera a ello le caía una maldición, tornándose jibosa (¡!).
- En la romería de Ainzón, para la festividad de San Sebastián, se le colgaba al cuello del santo grandes collares de roscos de pan.
- En la provincia de Teruel existe la muy remota costumbre de hacer figurillas de pan que se cuelgan en las palmas y ramas de olivos que se llevan a bendecir el Domingo de Ramos. Vemos aquí las de Alcañiz:

Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

- Para la misma fecha, en Híjar, las mozas casaderas regalaban "Gallos" a sus novios, que se degustaban a orillas del rio Martín. En justa correspondencia, los muchachos regalaban a sus novias una mona o roscón con dos huevos duros y azúcar. Este sería el Gallo de Híjar:

 
Imagen: "El pan y su influencia en Aragón". Rafael Montal

- En Huesca, el día de San Juan se recogían dos ramitas de nogal y se ataban en forma de cruz, dejándolas durante toda la noche sobre la levadura para que luego «creciese» bien.

- En la Hoya de Huesca, los panes benditos se elaboran para la fiesta patronal y las romerías. La ofrenda de panes, portados por muchachas solteras en cestos, se ha considerado una supervivencia de ritos antiguos de fertilidad encomendados a la mujer (las Mairalesas). Se inicia con la presentación ante el altar mayor, para ser bendecidos por el sacerdote y posteriormente repartidos entre los asistentes, siempre por las mujeres.

Finalmente y por el momento, despedir el post con una célebre canción tradicional infantil, "El Panadero":

A la una, a las dos,
a las tres de la mañana
se levanta el panadero
con calzones de badana.

Apareja su borrico
y le echa el alforjón
y se marcha a Zaragoza
a vender pan de Aragón.

Al buen pan de Aragón,
mocicas acudir,
que lo vendo barato
y me tengo que ir.